Un minuto después de empezar el primer plato llama a gritos al camarero montando un gran revuelo en el local.
- ¡Camarero! ¡¡Camareeeeeeeeero!! ¡¡Esto es intolerable!! ¡Hay un pelo en mi sopa! ¡¡Qué vergüenza!! ¡¡Qué asco de sitio, de comida y de servicio!!
El pobre camarero, el jefe de comedor, el cocinero y hasta el dueño del local se disculpan efusivamente pero no hay forma de aplacar la cólera del señor, que sigue vociferando y montando un escándalo de muy señor mío. Finalmente abandona el local sin parar de arremeter contra todos.Mientras el personal del restaurante intenta apaciguar al resto de comensales del revuelo creado, el jefe de comedor desde la puerta del local observa con estupor como el conflictivo señor se mete en el puticlub contiguo al restaurante.
- ¡Será mamón... Hay que avisarles, la que puede liar este tío en el club!
Lo comenta con su jefe y en 10 minutos se personan en el club detallándoles el revuelo que acababa de montar en el restaurante.
- ¡No me digas, el muy canalla ha pedido estar con la mujer más velluda que tengamos!
Deciden vigilar al tipo, el cual ya estaba en plena faena con la prostituta más cara del club. A través de las cámaras de seguridad le espían y comprueban estupefactos como el tipo tiene su cabeza entre las piernas de la prostituta dándose un atracón del chocho más peludo que hubiesen visto alguna vez…
- ¡Pero qué hijo de...! ¡Después de la que ha montado por un pelo...! ¡¡Vamos a por él!!
Tiran la puerta abajo y mientras es zarandeado le exigen explicaciones ante tal comportamiento. Cuando por fin puede hablar, se justifica:
- Vamos a ver... Cada cosa en su sitio...
¡¡¡Si yo me encuentro un fideo en el coño es que la armo!!!