La abuela y el abuelo fueron de visita a lo de su hijo, nuera y nietos y se quedaron a pasar la noche.
Cuando el abuelo se encontró con una botella de Viagra
en el botiquín de su hijo, le preguntó a éste
si podía usar una de las pildoritas.
El hijo le dijo,
"Yo creo que no deberías hacerlo, Papá;
son muy fuertes. Y son muy caras."
"¿ Cuánto cuestan?" Preguntó el abuelo.
"$ 20 por pastilla," le contestó el hijo.
"No importa" dijo el abuelo,
"Insisto en que quiero probar.
Al irme por la mañana,
te dejaré el dinero debajo de la almohada."
Al día siguiente, cerca del mediodía,
el hijo encontró $ 220 bajo la almohada.
Llamó al abuelo y le dijo,
"Te dije que cada píldora costaba $ 20, no $ 220"
"Te entendí," respondió el abuelo.
" ¡ Los $ 200 los puso la abuela!"
AMIGOS DE TODA LA VIDA
Un grupo de amigos de 40 años de edad se junta
para cenar y luego de discutir dónde ir, deciden ir al restaurante "La Buena
Mesa", porque las camareras están muy buenas.
Cuando cumplen 50, nuevamente se juntan, y deciden ir otra vez a "La Buena Mesa", porque la comida es muy buena y tiene una extensa carta de vinos.
A los 60, van de nuevo al mismo restaurante, porque allí se puede cenar tranquilamente y no se permite fumar.
Cumplidos los 70, la decisión es ir a "La Buena Mesa", pues tiene facilidades para sillas de ruedas y un ascensor.
Diez años después, con 80, tras la habitual discusión, eligen ir a "La Buena Mesa", dado que nunca habían ido a ese restaurante antes.
Cuando cumplen 50, nuevamente se juntan, y deciden ir otra vez a "La Buena Mesa", porque la comida es muy buena y tiene una extensa carta de vinos.
A los 60, van de nuevo al mismo restaurante, porque allí se puede cenar tranquilamente y no se permite fumar.
Cumplidos los 70, la decisión es ir a "La Buena Mesa", pues tiene facilidades para sillas de ruedas y un ascensor.
Diez años después, con 80, tras la habitual discusión, eligen ir a "La Buena Mesa", dado que nunca habían ido a ese restaurante antes.
CUMPLE DE REBEQUITA
Rebequita, una señora “mayor”, llama a su hijo
Vicentico, (el nene tiene 51 años).
- Sí mamá, le dice Vicentico, ¿qué quieres?
- Bueno, quiero hacer una reunión con las amigas de antaño y me gustaría que me ayudes a organizarla un poco.
- Cómo no mamá, quédate tranquila que yo te arreglo todo.
- Arreglar, ¿qué???
- La fiesta, ¡Mamá!!!
- ¡Ah sí !! ya me había olvidado.
- Sí mamá, le dice Vicentico, ¿qué quieres?
- Bueno, quiero hacer una reunión con las amigas de antaño y me gustaría que me ayudes a organizarla un poco.
- Cómo no mamá, quédate tranquila que yo te arreglo todo.
- Arreglar, ¿qué???
- La fiesta, ¡Mamá!!!
- ¡Ah sí !! ya me había olvidado.
Esa tarde el hijo llama a la madre a la cocina,
y le muestra un papel pegado en el refrigerador:
- Mami este es el oden para servir los platos:
1- servir té.
2- servir sándwiches.
3- servir más té.
4- servir postre.
- Mami este es el oden para servir los platos:
1- servir té.
2- servir sándwiches.
3- servir más té.
4- servir postre.
- ¡Qué bueno!!! dice la señora, ahora no tendré
problemas … gracias Vicentico.
Esa tarde llegan las “chicas” ….
Rebequita, buena anfitriona las acomoda en la sala, se excusa y va a la cocina…
Lee: 1- servir té.
Y allí les lleva té a sus amigas, en una elegante mesita.
Al rato de conversar sobre sucesos actuales (“Rebequita, ¿te acuerdas cuando en 1940?….”).
Rebequita muy animada, va a la cocina y lee otra vez: 1- servir té.
Y les sirve más té… así 4 veces.
Por fin las “chicas” se van.
Una de ellas le susurra a otra mientras salen del edificio:
- Chela, viste qué mala anfitriona es Rebequita: ¡¡¡ni un té nos dió!!!!
Chela, le responde:
- Rebequita, ¿¿de qué Rebequita me hablas…???
Esa noche Vicentico llega a la casa de su madre y se asombra al ver que los paquetes de sandwiches y postres están intactos.
Le pregunta:
- Mamá, ¿¿qué pasó..???
Rebequita le responde:
- ¡¡¡Podrás creer que las desgraciadas esas no vinieron !!!
Esa tarde llegan las “chicas” ….
Rebequita, buena anfitriona las acomoda en la sala, se excusa y va a la cocina…
Lee: 1- servir té.
Y allí les lleva té a sus amigas, en una elegante mesita.
Al rato de conversar sobre sucesos actuales (“Rebequita, ¿te acuerdas cuando en 1940?….”).
Rebequita muy animada, va a la cocina y lee otra vez: 1- servir té.
Y les sirve más té… así 4 veces.
Por fin las “chicas” se van.
Una de ellas le susurra a otra mientras salen del edificio:
- Chela, viste qué mala anfitriona es Rebequita: ¡¡¡ni un té nos dió!!!!
Chela, le responde:
- Rebequita, ¿¿de qué Rebequita me hablas…???
Esa noche Vicentico llega a la casa de su madre y se asombra al ver que los paquetes de sandwiches y postres están intactos.
Le pregunta:
- Mamá, ¿¿qué pasó..???
Rebequita le responde:
- ¡¡¡Podrás creer que las desgraciadas esas no vinieron !!!
FATIGA
Una paciente de sesenta años le pregunta al
doctor: - “Oiga doctor, cuando subo la pendiente para llegar a mi casa me fatigo
muchísimo, ¿Qué me aconseja tomar?”
Y el médico le responde:
- “Un taxi, señora”.
A CONSULTA
Un viejito de 80 años se levanta y se pone su
abrigo. Su mujer le pregunta:
- “¿A dónde vas?”
El contesta:
- “Voy al médico”
Y dice ella,
- “¿Por qué? ¿Estás enfermo?”
- “No” replica él, “voy a que me recete una de
ésas nuevas pastillas de viagra”
La mujer se levanta de su mecedora y se pone
también su abrigo. El marido se extraña y le pregunta:
- “Y tú, ¿a dónde vas?”
- “También voy al médico” contesta ella.
- “¿Y por qué?”
- “Si tú vas a empezar a usar otra vez esa
vaina toda oxidada, voy a que me pongan una antitetánica”
ENEMIGOS
¿ALGUIEN DE 99 AÑOS NO TIENE ENEMIGOS…? (UNA
HISTORIA DE LA VIDA REAL Y DE INTERÉS HUMANO).
TODOS DEBERÍAMOS VIVIR COMO ESTA BUENA SEÑORA.
CASI AL FINAL DEL SERVICIO DOMINICAL EL
SACERDOTE PREGUNTÓ:
-¿CUÁNTOS DE USTEDES HAN PERDONADO A SUS
ENEMIGOS?
EL 80% LEVANTÓ LA MANO. EL SACERDOTE INSISTIÓ
CON LA PREGUNTA. TODOS LEVANTARON LA MANO ESTA VEZ, EXCEPTO UNA PEQUEÑA
VIEJITA.
-SEÑORA Mecha… ¿NO ESTÁ USTED DISPUESTA A
PERDONAR A SUS ENEMIGOS?
-YO NO TENGO ENEMIGOS, -RESPONDIÓ
DULCEMENTE.
-SRA. Mecha, ESO ES MUY RARO, ¿CUÁNTOS AÑOS
TIENE USTED?
-99 -DIJO LA ANCIANA.
LA CONGREGACIÓN SE LEVANTÓ Y LA APLAUDIÓ.
-OH SRA. Mecha ¿PUEDE PASAR AL FRENTE?
LA DULCE SEÑORA Mecha PASÓ AL FRENTE.
- Y DÍGANOS ¿CÓMO SE LLEGA A LOS 99 AÑOS SIN
TENER ENEMIGOS?
LA VIEJITA SE DIRIGIÓ A LA CONGREGACIÓN Y
DIJO:
-PORQUE YA SE MURIERON TODOS ESOS HIJOS DE
PUTA !!!!!!
LA MEMORIA
Un policía de tránsito detuvo a una señora de
edad avanzada, y le dijo:
- “¡Señora! iba usted a exceso de velocidad!
¿se dio cuenta?”
La mujer se libró de la multa cuando le
contestó:
- “Por supuesto! Tengo que llegar antes de que
se me olvide a dónde voy!”
VIEJITOS DONANDO ORGANOS
Estaban varios viejitos en una celebración. Uno
de ellos, se levanta y anuncia:
- ‘Cuando me muera quiero donar mis
ojos’.
Otro se levanta y dice:
- ‘Cuando me muera quiero donar mi
hígado’.
Todo el mundo empieza a decir lo que va a donar
cuando se muera, cuando solo falta por hablar, un octogenario, le llega el turno
y muy serio declara:
-’Cuando yo me muera voy a donar mi
pene’.
Todos los presentes exclaman:
- ¡Ave María, que generosidad, qué maravilla,
nadie nunca se había ofrecido para donar eso!
Todos gritaron:
-¡Viva el buen señor que va a donar su
pene!
Con el fin de felicitarlo, todos empiezan a
gritar:
¡Qué se pare! …¡Qué se pare!
El viejito, con una sonrisa, dice:
-¡Ah noooooo…, Si se para …… no lo dono!
EL OCULISTA
Un viejito va al oculista, y le dan unos anteojos, y dice el viejito al
oculista:
¿Está seguro que con estos anteojos voy a poder leer bien?
Y le dice el oculista:
¡Sí!
A lo que el viejito responde:
¡Que bueno, porque yo no sé leer!
¿Está seguro que con estos anteojos voy a poder leer bien?
Y le dice el oculista:
¡Sí!
A lo que el viejito responde:
¡Que bueno, porque yo no sé leer!